Estaba en clase de biología cuando supimos lo que pasaba. Se sabia que vendrían protestas por el paquete de medidas económicas anunciadas por Carlos Andrés Pérez y yo, ni corta ni perezosa, me sumé a la marcha que organizamos desde el liceo a Plaza Venezuela. Mi intuición me hizo que me devolviera, que me montara en el primer carrito que pasara. Y así lo hice, por primera vez no concluía una marcha.
El carrito nunca pudo llegar a la Av. Rómulo Gallegos, Petare estaba tomado por una multitud que llegó desde Guarenas. Tuve que caminar muchas cuadras para llegar a mi casa. Era el mediodía del 27 de febrero. Veía muchos policías nerviosos. Cuando llegue a mi casa entendí lo que pasaba por las noticias. En la tarde supimos que habían matado a una ucevista, otra mas para el archivo de asesinatos a estudiantes de los gobiernos anteriores.
Luego el teléfono sonaba y llegaban noticias de saqueos, de desaparecidos. Durante tres días Caracas fue un volcán de arrecheras incendiadas, con olor a bombas y muerte. Recuerdo las imágenes de los militares fusilando a grupos enteros de venezolanos solo porque estaba saqueando, y así, a sangre fría, aquel sujeto vestido de verde, sacaba a la gente del local, los organizaba en grupo, los ponía de espaldas y les disparaba a quemarropa.
Años después yo tuve que hacer varios reportajes sobre las víctimas y me partía el alma entrevistar a las madres, hijas, hermanos y esposas de muchos que nunca aparecieron ni vivos ni muertos.
Durante años nos acompañó el fantasma del Caracazo, las razones para que se repitiera otro estallido de violencia seguían allí. Lo mas parecido a un Caracazo, que viví años después, fue el 12 de abril cuando, en medio del caos, miles de venezolanos se movilizaron a Miraflores a exigir una explicación por la desaparición del Presidente Chávez.
Lo cierto es que el dolor de Caracazo se mantiene, sobre todo porque ninguno de los gobiernos, en estos 18 años, han hecho nada por saldar esta deuda. Cofavic logró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenciara la indemnización de los familiares de las víctimas. En el año 2004 el gobierno venezolano, a traves del Ministerio de Finanzas, inició un proceso de verificación de datos junto con Cofavic y se indemnizaron a mas de 150 familiares de las víctimas. Sin embargo, los autores (intelectuales y materiales) siguen libres, como si nada, como si la historia no gritara justicia...
5 comentarios:
Y Cap sufriendo en Miami.
Amiga, me haz dado una idea para hacer un post al respecto por allá te enterarás de algo cómico de ese día. Ciertamente te diré que cuentan que eso fue terrible yo realmente recuerdo muy poco al respecto
ALex, no es solo CAP, hay otros responsables como Italo del Valle Alliegro que andan felices por el mundo...
Lycette, yo me aetrevo decir que la historia de Venezuela se divide en dos, un antes y después del 27 de febrero, es una fecha que no debemos olvidar.
Abrazos
:)
me hiciste acordar a una canción de León Gieco
"Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento".
saludos
Asi es Javo..."Con lo que cuesta un minuto militar"...gracias por regalarme un pedacito de Leon Gieco.
Bienvenido y saludos!
:)
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