Hace ya mas de 15 días que el Presidente Chávez lanzó su propuesta de reforma constitucional. En lo personal, me esperaba cambios más profundos. Se trata sólo de 33 artículos con modificaciones de fondo, interesantes para debatir, pero tampoco es que nos estén cambiando los principios fundamentales de la constitución. Estoy de acuerdo con varios artículos, hay otros que veo con cuidado y que me parece que hay que debatir. Pero allí me encuentro con un muro inmenso.
Chávez ha repetido varias veces que es necesario debatir, sin embargo, acaso hay debate? A alguien le interesa el debate de la Constitución? He notado una frialdad que me parece anormal para lo que estamos discutiendo. Se trata de la Carta Magna!.
Hay voces preocupadas. Yosmary hizo un llamado contundente a los revolucionarios, JRD desde su discurso se pronuncia contra de votar en bloque y Zinnia también mostró su preocupación por el entubamiento bloguero. En la calle, la gente tiene preguntas y dudas. Se plantean interrogantes y propuestas. Sin embargo, cuáles son los espacios para debatir? alguien los escucha?
No veo mucha disposición de parte de la Asamblea Nacional. Me parece que hay un montón de diputados (afortunadamente no son todos), a los que les pagamos el sueldo, para que aprueben y digan “amén” a lo que diga Chávez, hay que recordarles que ellos son los encargados de hacer las leyes, para eso son L-E-G-I-S-L-A-D-O-R-E-S.
Okrim pregunta en su ultimo post si ¿resistiría la revolución bolivariana la ausencia física de Hugo Chávez Frías?, y me hace reflexionar.
Estamos en una coyuntura muy particular. Tenemos una reforma constitucional en nuestras narices. La oposición se ha concentrado en lo que le interesa que es el artículo 230 y la votación en bloque. El resto de la Reforma la han pasado por alto. Los chavistas se dividen en dos grupos: los que “cogen línea” es decir, aprueban sin pensar lo que venga “de arriba” y los otros que andan como “indisciplinados” preguntándose y replanteándose propuestas que nadie escucha, y que cuando los escuchan es para acusarlos de “contrarrevolucionarios”, ellos están en el medio del sándwich.
Bajo estas pasiones y retomando la pregunta de Okrim, me preocupa ver que en 8 años no seamos capaces de sentarnos a debatir, constructivamente, 33 artículos de la constitución de nuestro país. Me preocupa que sean tantos los borregos que solo asienten con la cabeza lo que diga el líder sin pensar, sin cuestionarse, sin preguntarse nada. Esa enajenación absoluta le hace mucho daño al país, tanto como la de años anteriores.
Quiero creer que este proceso de cambio nos enseñará a madurar el debate y aceptar la crítica como profundización de los cambios. Quiero creer que los borregos son pocos y que los que se apuntan en la crítica constructiva son mayoría.
No quiero que me entuben el debate, pero insisto en preguntar: ¿a alguien le interesa la discusión? ¿Hay espacios posibles para el debate constructivo? ¿Acaso tenemos un debate constitucional participativo, democrático y protagónico?