Este domingo el presidente Chávez, en su particular estilo, llamó “cínica” a Europa por su crítica a la reelección indefinida en la reforma constitucional. Y puso de ejemplo países como Alemania, Francia, Italia, Portugal, Eslovaquia, Chipre, Estonia, Eslovenia, Grecia y Letonia entre otros, en los que ciertamente la reelección es indefinida y no han tenido ningún conflicto mediático por eso.
Pero además Chávez se metió con un tema que tiene dolientes:
Y puedes criticar todo lo que quieras, puedes hablar mal del gobierno, de los partidos, de la oposición, de los gobernantes, pero JAMAS se te puede ocurrir criticar al Rey o al Reina.
Se lo pueden preguntar a la Revista Jueves, que fue sacada de circulación por una caricatura que incomodó a los Príncipes de España. Si, la misma España que levantó su voz para criticar la no renovación de la licencia a RCTV, la misma España que no dijo nada cuando un juez ordenó recoger todos los números de la revista Jueves, por injurias a la Corona. Los Reyes son sagrados, los Reyes no se tocan.
A algún ciudadano europeo le han preguntado si quiere mantener a los Reyes? No, nunca. Ni lo harán. Para qué? “Los Reyes son los representantes diplomáticos de nuestros países”, me dijo hace poco un amigo inglés. Y yo le repregunto, ¿para qué tienen un Ministro de Exteriores entonces?. No hubo respuesta.
La verdad es que, a estas alturas de la humanidad, no entiendo las razones lógicas para mantener Reyes, pero a fin de cuentas a ellos les han impuesto esa organización de Estado, lo han querido así y eso hay que respetarlo.
Lo cierto es que Europa, un continente que se aburre entre sus Reyes y su perfección, que parece que perdió la capacidad de reírse de si misma, contrasta con una Latinoamérica volcánica en plena esfervecencia, cuyos procesos no son fáciles de entender, desde la comodidad de las aristocracias que huelen a formol.