08 octubre, 2007

Medios = Aparato ideológico de la globalización

Conversar entre periodistas y arreglar el mundo entre cervezas, vinos y humo, es algo que no tiene precio. Sobre todo porque a veces somos tan ingenuos, que siempre creemos que los medios donde trabajamos se pueden mejorar...Ignacio Ramonet se encargó de bajarnos a la tierra para comprender que los medios de comunicación venden a los ciudadanos, en respuesta a las necesidades económicas del medio como empresa.

Para Ramonet los medios venden ciudadanos a los anunciantes, “porque los medios quieren que seamos numerosos y mientras más seamos, más pagan a los anunciantes ... los medios funcionan como mercancía y la informacion circula segun las leyes de la oferta y la demanda”

Dijo que hoy podemos morir por ingerir elementos contaminados y asimismo ocurre con la información que recibimos, mucha de la información que recibimos nos está enfermando, “hay que limpiar y descontaminar la información de las mareas negras de la mentira”.

El asunto es cómo hacerlo, porque todos mienten, o debo decir ¿todos mentimos?. Los medios (privados y estadales) tienen intereses políticos y económicos sobre los cuales responde su línea editorial, eso ya lo hemos dicho y hay que ratificarlo siempre, para no olvidar que a fin de cuentas son EMPRESAS PERIODÍSTICAS.

A juicio de Ramonet, esas empresas periodísticas, en algún momento conocidas como el Cuarto Poder, no se conformaron con su poder mediático, se convirtieron en el aparato ideológico de la Globalización.

El nuevo orden de poderes en la globalización es: Poder Financiero + Poder Mediático + Poder Político, es decir, el poder de los medios se ubica incluso antes del Poder Político. Pero los medios no quieren ningún contrapoder y sancionan a todo lo que se le oponga. Se la juegan como los “todopoderosos”.

Ramonet dice que periodistas y ciudadanos estamos gestando una nueva arma cívica, esa arma es el Quinto Poder, se trata de la movilización ciudadana en función de fiscalizar y hacer contrapeso al exceso de poder de los medios.

Propone la organización de ese Quinto Poder a través de la figura de los observatorios de medios para desarrollar una nueva generación de medios y periodistas, para hacer contrapeso al poder mediático, para denunciar, fiscalizar, y movilizar a los ciudadanos.

Recogimos las copas y el ánimo para buscar ese Quinto Poder, a ver si el mundo lo arreglamos desde las salas de redacción ... o desde la calle.

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AGRADECIMIENTO: Debo agradecer a dos seres extraordinarios que la vida me ha presentado: Luis Felipe Comendador y Carlos Rafael Dieguez, ambos han hecho reseñas de este blog que agradezco con cachetes sonrojados ... Gracias por los sueños compartidos!

4 comentarios:

3rn3st0 dijo...

Yo me anoto, de verdad me anoto. Estoy harto de la basura que veo y oigo en todas partes, no importa el bando, simplemente es basura.

No soy periodista ni pretendo serlo, pero no sólo de periodistas se nutren las verdades. El ciudadano de a pie, con herramientas como esta donde ahora escribo, tenemos ahora la posibilidad de decir nuestras propias verdades y entendamos que la frase que digo es así: Mi propia verdad, no la tuya o la de tal o cual medio, sino la mía. Porque la verdad es propia de quien la percibe.

Creo que ese quinto poder somos todos, el acceso a las tecnologías de información por parte del populacho no tiene comparación a lo largo de la historia humana.

Me uno pues al quinto poder (¿no podría ser sexto?). La verdad que eso de cuarto o quinto no me agrada. Son dos números pavosos.

Saludos desde Guanare, Venezuela :-)

Marifé dijo...

Muy bien dicho por Ramonet, igual nos han dicho algunos profesores en la escuela.

Igual que Ernesto, creo que ese quinto poder que mencionas ya existe.

Luis Felipe Comendador dijo...

Siempre que el quinto poder no se convierta en la 'quinta columna', que siempre podría darse tal circunstancia, yo me apuntaría al primer contrapoder, a acabar con la jerarquización social y con el envenenamiento mediático... oír, ver y gritar.

Un besote, Kha.

More dijo...

En Venezuela el caso fue curioso: el po der mediático se asimiló en las filas del poder político. En ausencia de los políticos de carrera, o por lo menos de los más serios, el mediático se proclamó sublimizado, en el portavoz del discurso que representaba. Los mediáticos del gobierno y los mediáticos de la oposición. Siempre habían existido, para ser justos con la historia, sólo que ahora son groseramente evidentes.
Saludos, también desde Veneuela